Llevamos cuatro milenios lubricando nuestra maquinaria y nuestros activos rotativos para aumentar su eficiencia, su fiabilidad y, por ende, también su vida útil. Una lubricación adecuada de los rodamientos minimiza el contacto de la superficie de la maquinaria, reduciendo así la fricción, el calor, el contacto entre metal y, por consiguiente, también el desgaste.

La lubricación, además de proteger a los rodamientos de bolas y rodillos de sí mismos al reducir la fricción, también los defiende frente a la corrosión y otros elementos. La grasa constituye la lubricación preferida en la industria, pues es fácil de aplicar y proporciona un sello protector de gran eficacia al armazón de los rodamientos.

Teniendo en cuenta que la lubricación es un procedimiento que ha demostrado sobradamente su fiabilidad durante los últimos 4 milenios, es sorprendente saber que muchos de los fallos prematuros padecidos por los rodamientos están directamente relacionados con problemas de lubricación. Los culpables de ello pueden ser una mala selección del lubricante, de la cantidad y de los intervalos, pero también de la contaminación o la degradación producida por un mal uso de la lubricación.

El ultrasonido constituyen la mejor tecnología de monitoreo de condición para detectar la fricción, los impactos y las turbulencias. El principal propósito de la lubricación es reducir la fricción no deseada y el contacto entre metales. El ultrasonido pueden detectar mayores niveles de fricción producidos como resultado de un engrase excesivo o insuficiente.

Tomar medidas con un dispositivo de ultrasonido es la forma más eficiente y fácil de determinar en qué momento requieren grasa los rodamientos. Un cambio en los dB emitidos puede ser la primera señal que indique que los rodamientos requieren cierto mantenimiento. El primer paso a dar es configurar un nivel de base.

La única manera de saber cuándo un rodamiento necesita lubricación es monitorear su condición con un dispositivo de ultrasonido. Con el tiempo, la grasa del rodamiento se degrada y los niveles de fricción aumentan, un fenómeno detectable con el ultrasonido. Es fundamental reponer grasa en el rodamiento cuando sea necesario para prolongar su vida útil y evitar fallos.

Los dispositivos de ultrasonido permiten a los usuarios monitorear de forma detallada los rodamientos durante el proceso de engrase. Durante dicho proceso, el dispositivo representa tanto de manera sonora como visual los niveles de los decibelios de los rodamientos para proporcionar la asistencia necesaria. Conforme se añade grasa al rodamiento, los niveles de decibelios disminuyen. El nivel óptimo de grasa se alcanza cuando los niveles de decibelios comienzan a aumentar de forma muy leve.